Días de lluvia

La lluvia había sorprendido a Ana en multitud de ocasiones, pero nunca antes había visto caer del cielo a hombres, mujeres y niños. Así que, sorprendida por el fenómeno y temerosa de que alguien se le cayera encima y le abriera la cabeza, decidió encerrarse en casa.

Solo cuando la lluvia cesó, ella se atrevió a salir al jardín, donde se encontró con un hombre dormitando en el suelo. Ana, imaginando que debía estar hambriento, le invitó a merendar y, más tarde, también a cenar. Tiempo después, y ya convertidos en marido y mujer, Ana siempre explica que, un día, el amor le llovió del cielo.

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